La Transformación de la enseñanza

Aprender a través de las emociones

En los inicios del buceo encontramos fines profesionales, orientados a la creación de estructuras de puentes, a las  estrategias militares, a fines de alimentación y de exploración, a descubrimientos de lugares y espacios recónditos del mundo. 


Esto ha hecho que la estructura de enseñanza tenga una connotación germánica, donde la disciplina, la ejecución y el desarrollo de protocolos sea la base de los programas de formación para realizar esta actividad.


La humanidad evoluciona y los propósitos de la gente tienen puntos de vista diferentes, hace muchos años se le daba un valor incalculable a la inteligencia intelectual, hoy en día es muy preciada y sonada la inteligencia emocional, y lo cierto es que somos principalmente seres emocionales, lo que percibimos a nuestro alrededor condiciona nuestro estado emocional, generamos pensamientos que son capaces de alterar nuestro estado físico y mental en ese instante, modificando nuestra respiración, el ritmo del corazón hasta bloquear nuestra capacidad de racionalizar…

En todo este cambio de percepción humana donde comenzamos a darle valor a nuestro registro emocional, es interesante unificar nuestra manera de enseñar y transmitir con nuestra manera de sentir.


Para nosotros, DiverGente, creemos que el agua y las sensaciones que experimentamos dentro de ellas es una terapia de bienestar absoluto, algo aconsejado para cualquier persona, para algunas ,el buceo o la apnea, puede llegar a sus vidas para quedarse para siempre, y habrá otras que la experiencia les haya permitido ver cosas de si mismos que de otra manera no hubiera podido conocer. 


Cuando enseñamos, sabemos que contamos con el desconocimiento pero también con el miedo que eso genera sumado al que el entorno nos produce. Alguien que no se siente seguro de hacer lo que esta haciendo y de estar donde está, es una persona sin herramientas para poder aprender, y con cierta fragilidad a poner experimentar sensaciones y pensamientos negativos que bloqueen su capacidad de disfrutar.

Debemos dar tiempo, confianza, cariño y claridad a lo que enseñamos, para ayudar a que la gente sienta lo que esté viviendo y no piense constantemente en el riesgo a lo desconocido.


El miedo es natural e irracional, se cree que para ser valiente no debemos sentir miedo y es mucho más sencillo que eso, sentimos miedo a que nuestra vida acabe tal como la conocemos o a que los seres que queremos nos abandonen, y es lícito y natural sentir eso, por ese motivo lo principal es aceptarlo y reconocerlo, después trabajar sobre ello, para que todo tenga un proceso natural y consigamos llegar donde queremos, disfrutar del mar, del entorno, de nosotros mismos, de otros…


Por ese motivo invitamos a la gente a que primero auto indague que le motiva a querer sumergirse, que espera encontrar y que sensaciones les produce el pensar en ello. Luego comenzar  por el conocimiento y los protocolos de actuación dentro de un medio donde la comunicación es compleja y los recursos escasos, pero aún así eficientes, ganando la tranquilidad mental que necesita nuestro espacio racional para permitirnos sentir positivamente…


En DiverGente Buceo queremos aproximar el mar y la pasión que sentimos por estar sumergidos es lo que nos motiva a esforzarnos en dar lo mejor de nosotros cuando enseñamos. Escuchamos tus necesidades para acompañarte a experimentar a través de las emociones dentro de un medio donde lo auténtico es el aquí y el ahora, la ausencia del ruido de fuera, colmando tus oídos del sonido de tu respiración, sintiendo la ingravidez y generando el mínimo esfuerzo, observando y descubriendo como la vida sucede en aquel lugar ajenos a nosotros…